miércoles, 28 de septiembre de 2011

III Congreso de Ateísmo, día 3, parte 2

Continúo con la reseña del tercer día del III Congreso Nacional de Ateísmo.


Francesc Ferrer i Guàrdia
Luego de la charla de Marco Rodrigues vimos un documental sobre la vida y obra de Francesc Ferrer i Guàrdia (1859–1909) (también castellanizado como Francisco Ferrer Guardia), un pedagogo librepensador, anticlerical y anarquista español, que a principios del siglo XX fundó la Escuela Moderna, institución de enseñanza cuyo objetivo era “educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva”. Esta primera escuela sirvió como modelo para todo un movimiento de escuelas racionalistas que se extendió incluso hasta Estados Unidos y México. Ferrer Guardia no llegaría a verlo porque fue ejecutado por sedición acusado de instigar la revuelta conocida como la Semana Trágica, luego de un juicio militar irregular.

El documental seguía el legado de Ferrer Guardia hasta Argentina y hasta las bibliotecas populares y sindicales de nuestro país y de la ciudad de Mar del Plata. No por coincidencia, el Teatro Diagonal, donde se celebró el Congreso de Ateísmo, está adjunto a la Biblioteca Popular Juventud Moderna, que festeja este año el centenario de su fundación. La biblioteca llevaba originalmente el nombre del pedagogo catalán, que luego tuvo que ser cambiado ya que el mismo despertaba suspicacias en las autoridades.

Vicente Muleiro
A continuación vino la charla del historiador Vicente Muleiro (que comenzó aclarando: “No soy Pepe Muleiro”). El tema fue la vinculación entre la Iglesia Católica y la última dictadura, que Muleiro considera fruto no de un golpe militar sino de un “golpe civil”, habida cuenta de las sobradamente conocidas influencias de varios sectores de la sociedad (fuera del ámbito castrense) en el establecimiento de la misma. Para Muleiro los protagonistas fueron, además de los militares y la Iglesia, lo que él llama el “patriciado tardío”, y no se trató de un simple movimiento para tomar el poder sino de un intento de establecer una “utopía regresiva”, es decir, la vuelta a una supuesta Edad de Oro argentina. Citó aquí a Victorio Bonamín, vicario castrense, quien en el sepelio del teniente coronel Julio Larrabure, asesinado por la guerrilla, lanzó la retórica pregunta: “¿No querrá Cristo que los militares estén un día más allá de su función?” (es decir, que tomen el control del país para hacer lo que no hace el gobierno democrático).

La Iglesia vio en la dictadura una oportunidad de hacer desaparecer un brote cultural de características preocupantes y de establecer una utopía medievalista, incluso destruyendo las estructuras del estado moderno burgués. La primera reunión de la junta militar con sectores no militares fue con la Conferencia Episcopal. El ministro de Educación y Cultura de la junta, Pedro Bruera, fue nombrado con apoyo del episcopado, y reemplazado luego con Juan José Catalán, miembro del Opus Dei; una de las tareas del ministerio fue la organización del “Operativo Claridad”, cuyo objeto era detectar elementos subversivos incluso entre los niños de escuela primaria. Catalán escribió para esto una especie de manual titulado Subversión en el ámbito educativo (Conozcamos a nuestro enemigo).

No se puede, dice Muleiro, afirmar que los errores de la Iglesia fueron sólo de omisión. La Iglesia hasta ahora sólo ha pedido perdón por los católicos que participaron en la guerrilla y por los que estuvieron del lado de los represores, conformándose así a la llamada teoría de los dos demonios. Esto ignora el hecho de que la jerarquía estuvo casi sin excepción encolumnada con la junta militar. La Iglesia debe, más que pedir perdón, entregar la información que sabemos que tiene (sobre los delitos de sus propios miembros y sobre las víctimas) y que ha retenido.  

En la siguiente entrega continúo con la reseña del tercer día del Congreso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejá tu comentario sobre el tema de este post aquí. Por favor, utilizá un nombre o seudónimo. Si querés opinar o hablar de otro tema, usá el Buzón de sugerencias.