martes, 5 de agosto de 2008

Alerta 31: El Movimiento Familiar Cristiano y los hijos de desaparecidos

Nos cuenta 26Noticias que las Abuelas de Plaza de Mayo, en ocasión de celebrar la recuperación de la identidad de dos hijos de personas desaparecidas durante la última dictadura militar en Argentina, denuncian la complicidad del Movimiento Familiar Cristiano en la adopción ilegal de los bebés nacidos en cautiverio. Crítica Digital da más detalles sobre la causa judicial, con la cual las Abuelas llevan ya 92 casos de recuperación de identidad.

Para quienes no están duchos en el tema, diremos que la dictadura militar que se dio a sí misma el nombre de "Proceso de Reorganización Nacional", y que duró de 1976 a 1983, no se limitó a la persecución de elementos subversivos y disidentes políticos, sino que además tomó por costumbre la sustracción y el cambio de identidad de los niños nacidos de madres en cautiverio, que en su mayoría encontraban luego la muerte. En una perversa forma de caridad, los bebés eran alejados de sus madres y entregados por diversos medios a matrimonios (de militares o civiles) para ser criados en "buenas familias". A veces el procedimiento era la simple entrega, otras incluía un ficticio trámite de adopción. Muchos de estos niños sólo fueron conscientes de lo que había ocurrido con sus padres biológicos una vez adultos, luego de sospechas de años o de revelaciones desgarradoras.

Sabíamos ya que la Iglesia Católica (como organización) fue testigo y en ocasiones cómplice de la dictadura, aportando justificación ideológica, información y hasta personal propio (capellanes militares que asistían a las torturas de los prisioneros). Pero hasta ahora no se había dicho con tanta claridad que también colaboraron con el robo de bebés.

Esto es lo que denunció Estela de Carlotto, titular de las Abuelas: los bebés nacidos en cautiverio ilegal eran anotados falsamente como nacidos en el hospital militar de Campo de Mayo y luego "dados en adopción". El Movimiento Familiar Cristiano facilitaba los trámites para los padres candidatos, y a través de un convenio con la Secretaría del Menor, entregaba los bebés, sin investigar el (más que dudoso) paradero de las familias. Por lo que parece, este "blanqueo" de los secuestros de bebés ocurrió decenas de veces, con el MFC actuando como agencia y mediador.

Era indudable que la Iglesia sabía lo que estaba ocurriendo en Campo de Mayo: el capellán militar Federico Gogala iba a ver a las detenidas embarazadas, y una mujer sobreviviente (que fue llevada desde otro lugar de detención a parir a Campo de Mayo) declaró que había visto una mujer "con hábito como de monja". Otras religiosas declararon haber ido allí, por orden de su superiora, a asistir a bebés que llamaban a su madre.

Creo que no hace falta ningún comentario.

1 comentario:

  1. Me hierve la sangre cuando leo/escucho/me acuerdo de como fueron complices de todas y cada una de las dictaduras en ARG y en el resto de Latinoamerica.
    Que hayan jugado con la vida de tanta gente pero limpiandose las manos en la sotana, me sulfura.
    Pero lo que le hicieron los milicos con al aguante d ela iglesia a todas esas mujeres embarazadas, parturientas que con las tetas llenas de leche tenian que sentir el desgarro psicologico de ver como se llevan a tu bebe despues de 9 meses... y del desgarro fisico. como madre...
    Mira... aprento las mandibulas antes de decir algo que no deberia.

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